Los dos elementos de la teoría de Krashen que se pueden observar en tanto del aprendizaje de una lengua extranjera son: el filtro afectivo y la teoría del Monitor. La fórmula i+1 y su relación al “input” y el “input comprensible” que vimos en la ‘Parte 1’ serían parte de la teoría de Krashen sobre la adquisición de una segunda lengua en términos generales.
El Filtro Afectivo
Una de las formas de adquisición de una segunda lengua más importantes para el estudiante sería el filtro afectivo. Este es un filtro socio-afectivo que se incorpora variablemente en los estudiantes de lenguas extranjeras. Ellos y ellas perciben estímulos que alteran su receptividad al ‘input’ de una lengua extranjera de acuerdo a su propia constitución psicológica, cognitiva, y social en el ambiente y el contexto en donde se aprenden lenguas nuevas.
En cuanto de la adquisición de una lengua extranjera siempre deberíamos tener en cuenta el filtro afectivo en su nivel más bajo viable. Ahora bien, cuando estamos bloqueados al expresarnos con una segunda lengua el filtro afectivo estaría en un nivel más alto y más fuerte que impide la adquisición.
Hay varios factores importantes tal como la empatía, o la relación profesor-estudiante, elementos determinantes para bajar el filtro afectivo y agilizar la adquisición de una nueva lengua. Asimismo, la ansiedad es un elemento netamente negativo para la adquisición de una segunda lengua, tanto como la fosilización, un fenómeno lingüístico relacionado a la falta de progreso del estudiante, y también con la sobreestimación de sus capacidades efectivas en una segunda lengua.
La Teoría del Monitor
Mientras que el filtro afectivo es un elemento que altera la adquisición dinámica de una segunda lengua, el Monitor sería un dispositivo mental que se rige para determinar el conocimiento de las reglas lingüísticas características al uso ‘correcto’ del la lengua. Krashen nos explica que ‘el Monitor‘ es una forma de autoconciencia lingüística que nos lleva a pensar y/o entender que podemos observar directamente cómo y porqué deberíamos estar hablando, escuchando, leyendo, o escribiendo en otra lengua; es decir, de acuerdo con las reglas correctas para esa lengua en general.
El usuario excesivo del Monitor, no obstante, tiende a congelarse al hablar, igual el resultado con que tuviera o no mucho conocimiento de esa segunda lengua. Aquellos aprendientes que en toda cabalidad no saben usar el Monitor presentarían una desventaja en adquisición; como tal, no tomarían la ventaja de la autoconciencia lingüística; el conocimiento explícito de las reglas simples y complejas en una segunda lengua que creemos que son proprias de un hablante nativo.
Usuarios exitosos del ‘Monitor‘, los “súper-usuarios” pueden comunicarse sin mayores faltas ya que han encontrado el punto medio en donde poseen la ventaja de la flexibilidad comunicativa. Esto se asemeja a la fluidez comunicativa que se activa al producir las reglas de una segunda lengua al comunicarse con otras personas en contextos diversos. Las mejores estrategias de aprendizaje para lograr este estado de aprendizaje en una segunda lengua promueven el uso moderado del Monitor en ciertas situaciones, y en otras, el no-uso del Monitor.