¿Qué pasa cuando alguien aprende una lengua extranjera?
i + 1
Stephen Krashen nos dice que el proceso de adquirir una lengua extranjera se expresa con la fórmula i + 1.
¿Qué quiere decir input comprensible?
La letra i es igual al extensión del interlengua de un hablante no-nativo, es decir, todo lo que una persona escucha, lee, o interactúa con otras personas en una lengua extranjera, a partir de su exposición a esa nueva lengua.
El más uno (+1) estaría indicando el crecimiento del estudiante en términos de la estructura de la lengua que se está adquiriendo en el lenguaje L2 o lenguaje meta.
Las palabras, frases, y oraciones que se escuchan, leen, o ven en una lengua extranjera conforman el grueso de la materia del input comprensible.
Las reglas gramaticales, los sonidos de las letras y las palabras, la motivación del estudiante, etcetera, se adquieren de manera incremental. De acuerdo con la teoría de Krashen, los estudiantes solo pueden adquirir input cuando el contenido y significado de expresiones en una lengua extranjera sean comprensibles.
¿Qué es ¨input¨?
La palabra del inglés “input” es una que empezó a ser contextualizada para referirnos a la manera en que las computadoras procesan la información. Es un sentido referente opuesto a la palabra “output”. En este contexto, el output sería el producto de una cifrado computacional.
En las teorías de la adquisición de una segunda lengua, el input sería todo lo que escucha, habla, lee, y escribe el estudiante en una lengua extranjera.
Para Krashen, la gran diferencia entre un hablante nativo y el que es un hablante de una lengua extranjera, se resume en lo que nos dice esa fórmula i + 1. Se aprende a hablar, leer, y escribir con la lengua que usamos en nuestro entorno familiar connaturalizado en nuestra cultura, psicología, e historia natural; y que se ha legado de generación en generación.
Las lenguas nativas se adquieren de forma distinta que las lenguas extranjeras debido al contexto de la exposición directa durante la infancia, cuando se establece un vínculo entre un bebé y sus padres. Ellos se comunican usando un lenguaje particular conocido como un lenguaje de cuidanderos (caretaker language): esta forma de comunicación supone un vínculo que se expresa con susurros, miradas, gestos, y palabras sueltas entre el neonato y sus progenitores.